La Escuela by Zorra

¡Seño! ¡Zorra dijo una mala palabra!

El Vasquito me pidió muy amablemente que invierta algo de mi (Según él) tiempo al pedo en levantar su blog docente que se está cayendo a pedazos. Me dijo que escribiera sobre la escuela y que trate de no poner que me gusta culear y esas cosas, así que trataré de hacerlo pero no les prometo nada… Ahí vamos…

Odio, entre muchas otras cosas, que me caguen la ilusión. Por ejemplo, estás en el recreo y de pronto empezas a tener una experiencia religiosa y decís “Capaz falta la profe” y se lo comentas a alguien, porque querés apoyo moral; entonces este alguien te dice “Yo tengo un vecino que tiene un primo que va a una escuela en Varela que le dijo que la vieja de historia faltaba”. Entonces entras en trance y empezas a comentarles a todos que “¡¡Falta la profe!!”, agarras el cuaderno de comunicaciones y escribís la leyenda “Nos retiramos 15:30 hs por ausencia de la conchuda de historia” y en eso viene esa persona a la que Dios le negó el don de cerrar el ojete y dice “Pero si yo la vi recién a la profe en sala de maestros” ¡La coooooooooooncha de tu madre! ¡¿Por qué no te vas a parar a la triple frontera vestido de Barney?! ¡La puta que te parió!

Lo bueno de ser alumno es que tenes derecho a usar muchas frases que pensas que te dan cierta inmunidad pero no, en realidad, te hacen ver como uno de los tantos pelotudos que creen que pueden pasarla como alambre caído a la maestra. Por ejemplo:

Maestra- Bueeeeeno, chicos, saquen una hoja… hoy es la evaluación de Geografía. Primera pregunta… Principales ríos de Europa occidental.

Larva escolarizada- ¡Profe, eso no lo vimos!

Maestra- Sí que lo vimos…

Larva escolarizada- Ah sí… pero… ¡Dijo que eso no entraba!

Pequeño regalito fecal del cielo ¿Por qué has de querer cagar a la docente? ¿Por qué piensas, oh infante pelotudo, que la maestra es idiota? ¡Yo no entiendo por qué siempre hay alguien que dice eso! Además ya la re quemaron a la frase y la profesora ya sabe que va a saltar algún guampudo a decir eso y entonces recurre a la buchona del curso para confirmar o desmentir el grito desgarrador del alumno y Zorr… digo, la buchona dice “Dijo que entraba todo, profe” ¡Te caga la vida!

Y la hora de educación física ¡Cómo odiaba esa putísima clase y encima en contra turno! ¡Hijos de una gran perra!... Encima siempre la da un viejo gordo que no se mueve ni para tirarse un pedo o una vieja menopáusica que te odia por tu piel tersa, tu juventud y tus manchones de sangre cuando se te rebalsa la toallita.

¡El 75% de los alumnos son malos en hamball! ¡Pero te lo encajetan todos los putos años! Y vas por el presente y porque te obligan, ni en pedo te levantas para chivar como negra en baile y que encima no te pasen la pelota, te empujen, te griten o en el peor de los casos nunca te elijan para jugar.

La escuela genera los siguientes traumas:

1- La depresión del domingo con tu vieja planchando los guardapolvos mientras tu papá ve “Fútbol de primera”.

2- La depresión del domingo con toda la familia unida buscando y recortando palabras esdrújulas.

3- La depresión del domingo a secas.

4- Fobia al papel glasé sin brillo.

5- Sueños eróticos con el punzón.

6- Saberse todas las capitales de Europa… al pedo porque los europeos si se levantan medios rayados te hacen desaparecer Bielorrusia y te metes a Minsk en el medio de la cavidad anal.

7- Todos sabemos tocar la flauta, instrumento universalmente soplado en todas las clases de música.

8- Adoración casi mística hacia el timbre.

9- Etcétera.

Y digo yo ¿No?... ¿Por qué estoy estudiando un profesorado? ¡Pero qué mina pelotuuuuuuda!

-Zorra-